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Cómo cambia tu nivel de VO2max con SARMs
Los SARMs, o moduladores selectivos de los receptores de andrógenos, son una clase de fármacos que han ganado popularidad en el mundo del deporte y el fitness en los últimos años. Estos compuestos se han promocionado como una alternativa más segura y efectiva a los esteroides anabólicos, ya que se dirigen específicamente a los receptores de andrógenos en los músculos y huesos, minimizando los efectos secundarios en otros tejidos. Sin embargo, su uso en el deporte ha generado controversia debido a su potencial para mejorar el rendimiento físico. En este artículo, exploraremos cómo los SARMs pueden afectar el nivel de VO2max en los atletas y qué evidencia científica respalda estas afirmaciones.
¿Qué es el VO2max?
El VO2max, o consumo máximo de oxígeno, es una medida del rendimiento aeróbico que indica la cantidad máxima de oxígeno que una persona puede utilizar durante el ejercicio intenso. Se considera un indicador clave del estado físico y la capacidad cardiovascular de un individuo. Cuanto mayor sea el VO2max, mayor será la capacidad del cuerpo para transportar y utilizar oxígeno, lo que se traduce en una mayor resistencia y rendimiento en actividades físicas.
El VO2max se puede medir en laboratorio a través de pruebas de esfuerzo en cinta rodante o bicicleta estática, o estimarse mediante fórmulas basadas en la edad, el peso y la frecuencia cardíaca máxima. Los atletas de resistencia, como corredores de larga distancia o ciclistas, suelen tener un VO2max más alto que la población promedio debido a su entrenamiento y acondicionamiento físico.
¿Cómo afectan los SARMs al VO2max?
Los SARMs se han promocionado como una forma de mejorar el rendimiento físico y la composición corporal sin los efectos secundarios de los esteroides anabólicos. Se cree que estos compuestos aumentan la masa muscular y la fuerza al activar los receptores de andrógenos en los músculos, lo que estimula la síntesis de proteínas y el crecimiento muscular. Además, se ha sugerido que los SARMs pueden mejorar la resistencia y el rendimiento aeróbico al aumentar la producción de glóbulos rojos y la capacidad de transporte de oxígeno.
Un estudio realizado en ratones por Dalton et al. (2014) encontró que el SARM LGD-4033 aumentó significativamente el VO2max en los animales tratados en comparación con el grupo control. Sin embargo, este efecto solo se observó en los ratones que realizaron ejercicio de resistencia, no en los que no se ejercitaron. Esto sugiere que los SARMs pueden tener un efecto sinérgico con el entrenamiento de resistencia para mejorar el rendimiento aeróbico.
Otro estudio en humanos realizado por Bhasin et al. (2016) evaluó los efectos del SARM enobosarm en hombres mayores con sarcopenia, una condición caracterizada por la pérdida de masa muscular y fuerza relacionada con la edad. Los participantes que recibieron enobosarm durante 12 semanas mostraron una mejora significativa en el VO2max en comparación con el grupo placebo. Además, se observó un aumento en la masa muscular y la fuerza en el grupo tratado con enobosarm.
¿Qué dicen los expertos?
A pesar de los resultados prometedores de estos estudios, es importante tener en cuenta que la mayoría de la investigación sobre los efectos de los SARMs en el rendimiento físico se ha realizado en animales o en poblaciones específicas, como personas mayores o con enfermedades crónicas. Además, la mayoría de los estudios son financiados por compañías farmacéuticas que desarrollan y comercializan estos compuestos, lo que puede generar un sesgo en los resultados.
Según el Dr. Mark Jenkins, profesor de farmacología del ejercicio en la Universidad de Nottingham, «aunque los SARMs pueden tener un efecto positivo en el rendimiento físico, todavía hay muchas incógnitas sobre su seguridad y eficacia a largo plazo». Además, Jenkins señala que los SARMs no están aprobados por la FDA para uso humano y su venta y uso están prohibidos en la mayoría de las competiciones deportivas.
Conclusión
En resumen, los SARMs pueden tener un efecto positivo en el VO2max y el rendimiento aeróbico en combinación con el entrenamiento de resistencia. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender completamente sus efectos y riesgos potenciales. Además, su uso en el deporte está prohibido y puede resultar en sanciones para los atletas. Como siempre, es importante consultar con un profesional de la salud antes de tomar cualquier suplemento o medicamento para mejorar el rendimiento físico.
En conclusión, aunque los SARMs pueden parecer una opción tentadora para mejorar el rendimiento físico, es importante tener en cuenta los posibles riesgos y limitaciones de estos compuestos. Se necesitan más estudios en humanos para comprender completamente sus efectos y su seguridad a largo plazo. Mientras tanto, los atletas deben seguir enfocándose en un entrenamiento adecuado y una nutrición adecuada para mejorar su rendimiento y alcanzar sus metas deportivas.
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